Obra en Tres ActosRegistro Propiedad Intelectual Nº 124730
Todo transcurre sobre la cubierta de un barco crucero. Tres mujeres: María, una escolar, adolescente, embarazada de unos 7 meses, parece ser la empleada domestica de la Señora que es una mujer de mediana edad, ejecutiva y neurótica. Y finalmente está la elegante Baronesa que es una aristócrata de vieja estirpe, de edad mayor pero indefinida.
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En la oscuridad se ven dos lucecitas rojas que alternativamente se prenden y se apagan. Una música con ritmo de aeróbica “gringa”, ritmea esos tintineo. Se ilumina el fondo que es tipo ciclorama teñido de color frío y poco a poco se observa la silueta extraña de una mujer corriendo con traje sastre y zapatillas Nike a los pies (de ahí provienen las luces rojas que a cada paso se prenden y se apagan). Es una mujer de mediana edad (entre 30 y 45 años). Está transpirada y un poco desmelenada por la carrera. Se toma unas pastillas que tiene guardado en su cartera. Saca su celular y lo fija con la mirada cómo si estuviera esperando una llamada. Se ve un poco ansiosa. Suena el celular.
¿Aló? Si, soy yo, dime ¿Cómo?. No, no puede ser, no puede ser. ¿Estás
seguro?. ¡Obvio que sé lo que es un “crash” bursátil, imbécil! Estamos arruinados! (Un poco más firme) ¿Qué solución me propones?.¡Espera! ¡Escucha y cálmate! .No me estás escuchando.No, no me estás escuchando. (perdiendo la paciencia) Llámame cuando hayas recobrado un poco de sangre fría.¡Pobre tipo!
(Cuelga el celular. Vuelve a sacar unas pastillas de su cartera que traga con rapidez. De pronto aparece una adolescente embarazada de unos 7 meses. Es morena, pelo largo y liso. Está vestida de escolar. Lleva una mochila).
Llegas atrasada, como siempre. No te entiendo.
Se ve un poco nerviosa, señora ¿Tiene algún problema?
Estoy muy bien. Estoy aquí esperándote hace rato. Desde ayer que estoy corriendo por todos lados. Y tu pareces venir directo del colegio. Hoy, no pude ir de compras ni a mi sesión semanal de psicoanálisis. Me mantuve concentrada en este viaje y punto. La puntualidad es el aliciente del progreso. Por tu bien, aprende esta
lección. (La mira con cierto desdén) Has traído ropa de repuesto supongo. No puedes viajar en este crucero de esa forma. Este es un viaje de gran importancia. De ti depende nuestro futuro, María
¡Qué estás esperando, niña! ¡Anda a cambiarte! ¿De qué me sirve prestarte plata para que te compres ropa decente en mi “boutique?”.
¡Es que no me alcanzó! ¡Es que el arriendo subió mucho! ¡Y también se me perdió! No, No, mejor dicho, que no lo encuentro donde la dejé y.
¡Por favor, María exprésate con más claridad! ¿Dónde está la plata que te presté?
No me digas nada ¡Es el negro! ¡Dime la verdad, ese inútil además de dejarte embarazada, te ha robado el dinero! ¡No me mientas, María! Esta vez, no te permitiré que lo protejas.
Nooo, esta vez no fue el negro. Él me ama. Jamás me haría algo así. (susurrando) Fue mi padre.
(Fuerte) ¡Fué mi padre! Fué mi papá que desapareció con la plata.
¡Otra vez! (se tapa la cara) Esta gente no aprende nunca.
Él me había prometido devolvérmela. Me habló de una movida rebuena, no muy limpia, pero bueno, necesitábamos salvar este fin de año. Y para tranquilizarme, me dijo que su marido lo sabía. Se la pasé toda y no se ha vuelto a aparecer.
¡La gente como ustedes no solamente cultivan la miseria, si no que la idolatran! El subdesarrollo lo llevan inscrito en los genes. Son todos iguales, flojos de capitán a paje; imagínate que en un crucero tan caro como este, tuve que subir sola mi equipaje, porque todavía no llega nadie (pausa breve)pero aconsejarte es perder palabras, caes una y otra vez en la misma trampa. Eres incapaz de ser razonable.
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No si soy bien. así como dice usted, recién a partir del próximo mes, cuando termine de pagar el televisor, iré a estrenar mi nueva tarjeta de crédito en su almacén de ropa americana.
¡”Boutique”, María. No es un almacén, es una “boutique”.
Disculpe: “butique” de ropa americana, entonces.
Ah, y que mi marido se metió en negocios con tu padre, es imposible. Mi marido no trata con personas, sino con sociedades anónimas. Sus socios han pasado a ser conceptos virtuales.
Tu padre quebró por ladrón, borracho y mentiroso. No le tengas piedad. Él es un profesional del hurto de baja calaña. ¡Pero basta de inútiles habladurías! ¿Dime, qué es lo que te sacará de este estado de miseria permanente?
¿Todas las tardes, ponerle remedio y del fuerte a mi papá?
¡No! María. Debemos absolutamente cambiar tu…
¡…lugar donde vivo!(Señora desaprueba con la cabeza) ¡”l’urgencia” para parir (Señora desaprueba), el lumbago, “l’humildad”, ¡el lucimiento personal!
¡Siii, María! ¡Debemos mejorar tu “look”. El “look” es lo primero y lo último. Todo gran visionario “in” actual lo sabe ¿ A ver? Ay no, es casi imposible, vestida así y embarazada, con el barco por zarpar y la baronesa que debe estar por llegar ¡Que horror, que vergüenza!
¡Viste! ¡Ese es el problema! La gente como ustedes se conforma con demasiada facilidad. Con semejante actitud, jamás podrás salir adelante.(La mira, girando alrededor de ella)Hay tanto trabajo que no sé por donde empezar. Y la baronesa que está por llegar ¡Qué hago, qué hago! Ya sé! “Step one”, etapa primera: el “Insight”. (Hacia María) El “Insight” significa darse cuenta de tu verdadera
imagen practicando la nueva meditación que aprendí en mis últimas clases de belleza integral tántrica. Mira María, vamos a practicar un método en el cual yo debo hipnotizarte.
Hipnotizar es inducirte progresivamente a un estado de relajación llamado un estado alfa y.(María cae al suelo rendida durmiendo).¡María que te pasa! ¡María, María, respóndeme! (La señora la cachetea, la deja botada en el mismo lugar). ¿Que ha sucedido? Sólo le he dicho algunas palabras y se cayó. Será que mis poderes se han desarrollado hasta ese punto? (pausa)¿ Mi guía espiritual tiene que saber de inmediato todo esto. (Toma su celular, y marca un número).
Aló, gran gurú, soy yo su discípula. (perdiendo la paciencia) Sí, que la paz esté con usted también. (se agacha saludando)si, si. Escuche, necesito que me inicie ahora mismo al séptimo nivel A, cuarto Dan del segundo grado. El A, . Si.si.si. No, el B aún no. No, todavía no he dejado el Prozac pero . ¿Se acuerda de las señales? Pues he experimentado una muy clara.Después le cuento. Si, si, si. Antes que comience con la iniciación, me gustaría confirmar su número de cuenta. (Saca de su cartera una agenda electrónica y marca) 666-123871-666. (La guarda) Bueno ahora estoy lista. Sí, puede comenzar.(Agarra el fono entre su cara y el hombro. Mientras las manos liberadas se elevan). Si gurú lo estoy escuchando. Sí, voy a inspirar y repetir lentamente cada una de sus palabras. Oh Gran Luz que todo lo cubres.Que sea tu Voluntad.Permíteme ser séptimo nivel A, Cuarto Dan del segundo gradoAhora ya! Oh gran Luz.¡Aló, aló, gurú! Se me está yendo la señal! ¡Aló, Aló! Parece que se fué. No importa creo que alcanzó a iniciarme. Nada puede, ni debe detenerme. Debo aprender a tener fe en la gran fuerza que fluye en mí. (Corta el celular e inspira profundo)“Yo soy la luz del universo y su ombligo. Estoy aquí y ahora en el momento adecuado. Y mis palabras se hacen realidad cuando yo lo quiero”.(Expira) Ahora estoy lista para proseguir.¡Donde se me escapó esta niñita!
María sigue tendida durmiendo en el mismo lugar. La señora se acerca con las manos juntas en el pecho. Cuando se encuentra cerca de ella.
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Del sapito azabache, que nazca una bella princesa.
Y que a tus pies se agache, hasta la gran baronesa”
¡Ay!, que sueño tan raro. (Se mira el cuerpo y se decepciona). Soñé que era
otra. Mucho más linda. (Se levanta y busca dentro de su mochila un espejo) Soy un espanto. Mire este pelo y el color de mis ojos. No soy una persona, soy una mancha que camina. Mire mi cuello corto, y mis brazos gordos. Lo peor es esto (se toca las caderas) y esto (y se toca el traste).Y mis piernas cortas. ¡Qué hago, señora? !No tengo arreglo. ¡Soy demasiado negra y fea!
La mitad del camino ha sido recorrido. Falta la segunda etapa, “Step Two”.
En mi “boutique” puedes encontrar algunos accesorios de belleza que te van a ayudar a esta nueva imagen moderna de ti.(María de espalda se pone cada accesorio). Primero estos lentes de contacto de color claro. Tenemos esta crema esclarecedora de piel que ha tenido mucho éxito en África este año. Esta crema reductora te va a servir. Pero tienes que adelgazar. Parar de comer si es necesario. Cualquier sacrificio con fuerza de voluntad y perseverancia, tiene su recompensa. Un día te mirarás al espejo, y podrás decirte como yo me dije un día: “Me he desafiado y he triunfado”. Ese es el lema de toda mujer moderna.
Imposible señora. Usted es demasiado linda, en cambio yo.
Si es verdad, pero todos los productos de nuestra “boutique” te ayudarán. De nada sirve quejarse. Intentar lo imposible, le da a tu vida un sentido, una lucha heroica que lograr.Pero no nos desconcentremos. ¡Tu cabello! Lo ideal será teñirlo de claro; Creo que en mi cartera, tengo algo.(Saca una peluca rubia, lisa. Se la pone).Píntate un poco. Así es. Primero los ojos, después la
boca.(retrocede, la mira)¡Ahora sí que te estás comenzando a ver elegante!
(María se gira y se ve como una muñeca inflable de terror. Se mira a un espejo que la señora le pasa).
¡Que linda me veo! ¡Y todo esto gracias a usted! (Se lanza a los brazos de la señora) ¡Usted es mi salvadora!
Si no es para tanto. Era mi deber, nada más.
Usted siempre ha sido tan buena conmigo. Una verdadera madre. Antes era fea y ahora, míreme, soy tan linda ¿Qué haría sin usted?
Porque si fuera por la que me parió, estaría en la calle. Esa desgraciada que se fué de la casa con otro hombre y, y.
Sí, María, me acuerdo perfectamente.
Nunca me voy a olvidar como usted nos protegió y me recibió en su casa cuando mi mamá nos dejó.
El pasado es el pasado y su recuerdo no hace más que mantener el rencor, María.
Si usted misma nos contó cómo ella se puso como loca por él.
Aunque te haya causado dolor, preferí que supieras la verdad.
¡Estábamos tan abandonados! Mi padre se enojó tanto que nos echó de la casa. Y usted, tan buena, me dio trabajo, para ser su asesora del hogar, su “clini guma” como se dice en fino.
“Cleaning woman”, mijita. No se olvide del I-N-G de la palabra “cleaning”.
¡Eso mismo! Lo bien que me trataron, usted y su marido. Siempre fueron tan amorosos conmigo. Me sentí como la princesa de Mónaco, rodeada de cosas caras, lindas. Y tanto espacio y silencio que hay en su casa. Nadie grita fuerte, ni insulta, ni nada. En su mansión yo limpio y limpio todo el santo día, pero usted me paga re’bien.
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En mi casa el trabajo, por muy manual que sea, es recompensado con un sueldo justo. En mi casa el flojo pierde y el trabajador gana. Por lo tanto usted ha merecido cada centavo que le haya pagado.
Si no crea. En la vida la gente no es tan considerada como usted. ¿Se acuerda cuando terminé en la posta porque el negro me había pegado, en una fiesta? Él es tan celoso de mí amor ¿Sabe? Es que me quiere demasiado y yo para siempre seré de él. Pero usted me dijo que lo denunciara y me ayudó con todo los papeles. Bueno, es verdad que después con el negro nos abuenamos y que le perdoné todo porque me prometió que no iba a volver a pegarme jamás. Pero usted tenía toda la razón porque al poco tiempo volvió con sus malas costumbres “ ¡Qué me miras así desgraciada, que nunca has visto la cara de un cesante, tal por cual.”. Y dale que te pego y que te pateo en el suelo. Es que últimamente, el negro ha estado un poco nervioso porque no encuentra trabajo y además a mi que se me ocurre esto de embarazarme. Cuando se me comience a notar, me van a echar del colegio. No espero la hora de “mejorarme” de esto luego. Al negro, yo lo amo, sabe? Es un hombre tan considerado. Cuando me pega, no me pega en la cara, solo en el cuerpo, así en el colegio no me andan mirando raro.
Siii! ¿No es cierto? Viera usted la carita que tienen algunas vecinas del barrio cuando van a hacer las compras. Llegan todas con la jeta de maracas recontra machucá.
Quiero decir en lindo, con la cara como membrillo escolar. Y sus hombres ni las pescan. Yo tengo mucha suerte de no estar sóla “embarazá”.
Que mal, el negro no pudo venir a despedirme, está muy ocupado con un trabajo.
Si pero hoy día, no. ¡Es como un sueño! ¡Es como…
¡Calla, ahí viene la baronesa subiendo por la escalera! ¡Rápido, ordena todo!
(Corren a todos lados. Desde el fondo aparece la silueta de una dama muy antigua. Lleva un traje de noche elegantísimo estilo años 30’. Y un perro embalsamado que hace caminar con una correa igual de tiesa que el animal).
¡Señora baronesa! Es un honor para ambas poder recibirla.
Si, disculpe mi terrible atraso. Nos ha costado un mundo embarcar
nuestros baúles. No entiendo, si no es un asunto tan complicado. Y todo esto bajo un calor agobiante ¡Estoy exhausta! (La señora le pone una silla a la baronesa para que se siente y de reojo le pide a María de situar a Fifí sobre un cojín).Necesitaron 5 hombres para ocuparse de los enseres personales de Fifí. Tuve que pagar una fortuna en propinas. ¡Que horror! Esta gente cuando se dan cuenta que uno es turista, no vacilan frente a la posibilidad de desplumarte. Pero todo sea por mi niñito. Ahora si que Fifí está contento, ¿No cierto que está contento mi niño? (Le da unos besos en el hocico) Mire que está contento.
(perpleja)¡Si! ¡Y pienso que el aire marino sin duda lo reanimará mas aún! .
¿Me permite que me descalce un momento? Esta tarde me aflige un terrible dolor de pies.(Quiere escapar de inmediato, pero la baronesa la ataja y le toma con una mano el mentón y después se dispone a tomarle el rostro con ambas manos) Que jovencita más encantadora. Tus ojos son de un color extraño.
(La señora viene a taparle la boca a María)
¿No es cierto, baronesa? Ella tiene algo muy especial. Siempre le he dicho que le saque partido.
Estás bastante embarazada. Te apuesto que vas a tener una niña. Te lo digo porque tu piel está tersa y suave como la de un pandero.(le saca, la peluca rubia. Le suelta el pelo negro, se le acerca para olerla).Que bien hueles. Tu aroma es una mezcla a pan blanco con jabón de frutas¡Pero sácate todo ese maquillaje! A tu edad no lo necesitas (Se ríe, mirando de reojo a la señora). Además que es de pésimo gusto ¡Patético! (La señora asiente).
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Sólo cuando seas una anciana como yo, necesitarás esos subterfugios para engañar al tiempo. Debes aprender que la verdadera clase es aquel artificio que no se delata. Sé natural. La vulgaridad es por esencia sinónima de la indiscreción. ¡Ven acércate por favor! Quisiera sentir un poco más tu aroma para así por siempre almacenarla en mi memoria.(La baronesa sin previo aviso la toma del brazo y se acerca de nuevo a la cabeza de María que se debate un poco sin resultado. La huele intensamente. Mientras tanto María parece tener asco. De pronto María le ve algo colgado al cuello que le atrae imperiosamente la atención. Le toca la pechina).¿Te gusta? ¿Lo quieres?
De un safari por tierras lejanas. ¿Te gusta su forma? Es un diente de oro puro.
(La suelta repentinamente, como asustada). No gracias, mi dama.(Trata de soltarse de la baronesa).
Pero no te vayas. Te lo regalaré si lo deseas. Déjame olerte un poco más.(La baronesa trata de retenerla y se da cuenta que la señora la está observando un poco extrañada. La baronesa recupera su compostura aristocrática. Suelta a María. Mirando a la Señora)¿Usted sabe que el olfato es de los cinco sentidos, el más arcaico y por ende el más duradero en nuestra memoria. Mandaré fabricar un perfume delicado, inspirado en esta joven. Lo llamaré “Nuits ethniques”, noches étnicas. Será una oda al misterio lejano y a la juventud. Una poesía exótica hecha fragancia. ¡Gerard de Nerval y Verlaine en persona vendrán a reclamarme el derecho de autor! Se la regalaré a Fifí ¿No es cierto, mi bebé que se va a sentir felíz cuando le regale “Nuits Ethniques”?
(a voz baja) Nos libraríamos del hedor a taxidermia.
Digo que debiera ampliar su clientela.
No debiera reservarlo para un uso tan exclusivo. Democratícela. Además de Fifí, hasta María debiera tener el derecho de disfrutar de su creación ¿No cierto, María? (María se ha instalado en un rincón y poco a poco se ha estado desmaquillando.
Cuidadosamente se está peinando para amarrarse el pelo en una cola de caballo). ¿Vió como hasta la última mujer del mundo puede ser coqueta? Podríamos instituir una demanda bastante ávida de lujo y despachar este producto por el mundo entero. Le propongo una asociación con nuestra “boutique”. Ambas haríamos historia. Nos convertiríamos en las heroínas que audazmente lograron liberar a la mujer de la colonia y de la esencia de lavanda. ¡Qué le parece? (Lo dice acercándose a la baronesa que no se ha movido de su silla. De pronto siente el hedor de los pies y se levanta de una). Mientras tanto, ideé un perfume de ácido sulfúrico para sus pies.
Digo que podríamos crear un perfume llamado “Amor telúrico” en base a miel. En honor a una antigua relación amorosa que tuve.
Eso mismo me pareció. Constato que además de un agudo sentido para los negocios tiene su corazoncitos. La verdad es que su propuesta es bastante tentadora y que no estaría en desacuerdo asociarme con usted.
(Con cara de triunfo) ¡Le prometo que no se arrepentirá!
Pero no pienso precipitarme. Para darle una respuesta definitiva, primero debo consultar mi almohada. “La nuit porte conseils” me decía mi vieja madre. En este tipo de negocios de gran escala, temo vender mi propia alma. Lejos de mí la posibilidad de encontrarme atrapada como el doctor Fausto.
Si es doctor, no le puede ir mal, jamás. Ellos siempre se recuperan de toda bancarrota. Mientras hayan enfermos y lisiados, siempre habrá trabajo para ellos. Dígale a su amigo, de mi parte que la salud es excelente negocio y que no debe preocuparse por su futuro.
(Un poco divertida por el comentario)No le quepa duda que se lo diré, en cuanto lo vea. Mientras tanto podría conocer a otro buen amigo mío y del doctor Fausto. Él es una persona siempre muy dispuesta a iniciar grandes negocios con gente cómo usted.
Mefistófeles, es también un gran empresario como usted y su marido, y pienso que podrían congeniar de maravilla.
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No, el señor Mefistófeles. Mefisto para los íntimos.
Que nombre tan extraño. Un poco largo y complicado. ¿Me parece haber leído nombrar en la revista “Fortune” de este mes ¿Tiene una gran sociedad anónima, me parece? ¿No es así?
Una verdadera multinacional, mi querida amiga. Estaría de lo más sorprendida por los alcances que esta tiene.
Si es así, mi marido ya lo debe conocer.
Por su puesto que sí ¡Que distraída que soy! Claro que se deben conocer. No conozco a ninguna gran fortuna que no haya tratado con él. El mundo (y sobre todo el nuestro) es un pañuelito. Últimamente estamos obligadas para ampliar el círculo de añejos y repetidos conocidos, de juntarnos con esos que llaman los nuevos ricos.(Mira a la señora) Por supuesto señora que estoy en total desacuerdo con esa opinión demasiado parcial y reductora. Repruebo lo que se dice sobre los nuevos ricos. ¡Pero totalmente!
¿Ah, si? Que digan lo que digan, no más, total, no me interesa. ¿Qué se dice, sobre los nuevos ricos?
¡Puras tonterías sin importancia! Y la verdad más que comentarlo, sólo se piensan.
¿Ah, si?¿ Y que es lo que se piensa, entonces?
Por ejemplo que son de poco gusto, de mucho hablar, sin ninguna imaginación para pasarlo bien, que su dinero huele más fuerte que el nuestro, por haber sido de ganancia rápida y demasiado reciente, etc, etc. Pero yo afirmo que los ricos somos ricos y punto. Entre nosotros debemos ser solidarios y abiertos. Esta firme convicción mía me ha valido en la sociedad, ser considerada como un individuo pintoresco, y hasta de cierta manera un poco rebelde. Yo digo que soy sencillamente moderna.(Pausa)En fin, todo esto para contarle que estos últimos años me han sido difíciles. Añoro la fastuosidad y la bohemia de antaño. Es por eso, que cuando recibimos vuestra sorpresiva invitación para este crucero, saltamos sobre la oportunidad. Un viaje en crucero y por lo visto (mira a María) con diversiones que prometen estar a la medida de lo esperado, era lo que me faltaba para salir de mis días
Yo pensé que era usted la que nos había invitado.
Si no fuimos ni usted ni yo, ¿entonces quién?
Por supuesto María. Obviamente que no has sido tú. (Suena una sirena)Debe ser la señal para bajar a la cubierta principal donde el capitán debiera darnos la bienvenida. Tenemos que averiguar quién nos ha misteriosamente invitado.
¡Ay si! Me da la sensación de estar en una novela policial.
Permítame, baronesa (Le ofrece a la baronesa el brazo). María, ponle los zapatos a la baronesa.(Ésta mira hacia otro lado como si no hubiese escuchado)¡María por favor! Escucha cuando te hablo.
Te estoy diciendo que le pongas los zapatos a la baronesa.
(María se acerca, dirigiendo el rostro al opuesto y le pone los zapatos. La baronesa parece gozarlo).
¡Eres muy diestra para poner zapatos, niñita! ¿Cómo serás para sacarlos?!
(La señora le ofrece el brazo a la baronesa y la guía hasta afuera. Antes de irse del todo, se gira hacia María).
Pero no te quedes parada ahí. Ocúpate de Fifí. Y baja con nosotros. Más tarde, durante de la cena, has lo necesario para que podamos disfrutar la baronesa y yo de un buen bajativo, aquí en la cubierta. ¡Apúrate!
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(mira a María) Siento que usted y yo podríamos llegar a un esplendoroso acuerdo que nos satisfaga a ambas.
¡Ah sí?(le sigue la mirada) Proponga, proponga. Pues yo dispongo.
(Salen riéndose. María corre hacia a Fifí. Lo mira y se le acerca extendiéndole los brazos).
Ven a mis brazos, antes que me reten (Fifí no reacciona) Ven te digo (lo agarra). Me estoy volviendo loca. De que me sirve hablarte. Eres más tieso que tu ama. (Se ríe) Y más callado que los pasajeros de este barco. Hasta ahora no me he cruzado con nadie.
Primera versión, desde el 4 de enero hasta el 18 de enero 2002
En la misma cubierta es ahora de noche. Fifí está sentado sobre el mismo cojín de terciopelo, al lado de la mesa que está servida con un mantel de encajes blanco. Sobre ella se encuentran al lado de un florero de rosas, un candelabro, varias botellas de trago, tres copas y un mazo de cartas. Desde afuera se escucha la voz de María llamando.
¡Fifí, Fifí! ¿ Dónde estás? (Entra. Se acerca a Fifï para sacudirlo y regañarlo). Por fin te encuentro, perro malvado ¿Dónde te habías metido? Me tenías angustiada ¿No me oyes cuando te llamo?
(De pronto mira la mesa servida. Entra la señora).
¡María! ¡Estabas acá! Que bueno encontrarte. ¿Que estás haciendo?
(Mira la mesa puesta)¿Encontraste a alguien para poner la mesa?
No. Al único que he encontrado es a Fifí.
Todo esto es demasiado extraño. Primero, al bajar, no estaba el capitán. Ni tampoco nadie de los tripulantes. Y cuando llegamos al salón, la cena ya estaba servida ¡Como acá! Lo mismo que en la cubierta, no se encontraba nadie, absolutamente nadie: ningún pasajero, ningún mozo, nadie.
¿Quiere decir que somos las únicas sobre este barco?
¡Baronesa! Aquí se encuentra su perrito.
Fifí, mi niño sabía que te habías escapado. Y yo buscándote por todos lados, en este barco aparentemente vacío.
¿Qué quiere decir con de “aparentemente vacío”?
Obvio que debe existir un anfitrión pero que rehusa mostrarse.
Con tal que nada malo nos pase, a mí no me importa que seamos las únicas sobre este buque. Es tan grande y bello que siento que aquí, estamos como protegidas en medio del mar.
¿Protegidas? No seas ridícula. Aquí hay un misterio y quien dice misterio, dice peligro. Y con el peligro, no hay lugar para la diplomacia y la negociación. La cohabitación con lo desconocido es imposible. O ellos o nosotras. Si el plan de este sospechoso desconocido es tendernos una trampa, no pienso perder la razón ¿Piensan burlarse de nuestra inteligencia? (Mirando hacia el vacío) Pues no lo permitiré.
Bien argumentado, sigámosles el juego a estos cobardes. Tratemos de no perder el control y saldremos indemnes de esta pésima broma de mal gusto. Cuéntele a María lo que estábamos conversando abajo.
María, habrás de saber que con la baronesa tuvimos durante la cena una muy interesante conversación.
Hemos llegado con la baronesa, a algunas resoluciones, en acuerdo con las extrañas circunstancias que nos aquejan. Como
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las oportunidades de conversación no son muy variadas, nos gustaría que te acostumbres a ser una pasajera más, común y corriente, cómo nosotras. La baronesa insiste en poder disfrutar lo más posible de tu presencia. Sácate ese delantal. Y por favor acepta compartir un delicioso coñac con nosotras.
Esta pequeña formalidad aclarada, ¿Qué les parece si comenzamos esta velada con un buen juego de cartas?
¡Tráelas pues! ¡Qué estás esperando!
Baronesa, permítame indicarle su asiento.
Yo me voy a sentar a su izquierda y Fifí, por supuesto a su derecha(Con la mirada le señala a María transportar a Fifí sobre la tercera silla. Ésta lo ejecuta de inmediato. Están todos sentados, salvo María. Esta mira para todos lados sin saber qué hacer).¿Qué te pasa? ¿ Porque miras, parada ahí, sin hacer nada?
Es que, no sé dónde sentarme. Falta una silla para mí.
Pero María, anda de inmediato a buscar una ¿Te has olvidado lo que se te dijo, recién? Ya no te voy a estar diciendo lo que debes hacer. Ahora, te las tienes que ingeniar sola.
Es que no sé donde ir a buscar una silla.
Por favor, señora le pido que no sea tan severa con ella. El poder de iniciativa, no es algo que se aprenda de un segundo
para otro.(a María) Si quieres, puedes venir a sentarte sobre mis rodillas. No me sería en absoluto un desagrado. Muy por lo contrario.
No, no.no se preocupe por mí. Me las arreglaré para encontrar algo por ahí.
(Parte y trae arrastrando un cajón manzanero. La baronesa y la señora la miran fijamente esperando que se instale).
Muy bien, María. Creo que estás comenzando a entender cuál es la nueva actitud de óptima eficiencia que debes adoptar.
¿A qué vamos a jugar? Me estoy comenzando a aburrir.
No soy muy experta en ese juegos de barajas. Si me permite dar mi opinión, le propongo el bridge. Es mucho más coloquial y menos estresante. Y a contrario del pocker, favorece la convivialidad.
Yo conozco un juego que se llama Carioca.
¿Pero qué quiere que hagamos con el bridge? Y por lo demás somos tres y se necesita una cantidad par de jugadores.
El Carioca, si que es bonito. Y la cantidad de jugadores no importa.
¿Cómo que somos tres y qué hace de Fifí? Él es muy entendido en el asunto. Lo elijo de inmediato como “partner”. Usted quédese con María. Con Fifí, nos comunicamos prácticamente por telepatía.
Creo que para ambas, este tipo de alianza no nos favorece en nada. Muy por lo contrario (mira de reojo a María).
Yo aprendo bastante rápido si me explican.
Además no se puede apostar en el bridge. Y en el caso que nos convoca existe una apuesta que debemos resolver.
Apostar, apostar, apostar. Amplíe un poco su vocabulario. Sus
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propósitos son de una rudeza que me cuesta soportar. No sé, llamémolos, jugada, envite, bienes negociables y por último capitales transables, en vez de la insustancial palabra apuesta .
Su principal talento es actuar amparada de la hipocresía de los sinónimos.
No entiendo ¿De qué apuesta se está hablando?
De ninguna, María. Es algo que pensaba haber resuelto durante la cena. Acuérdese baronesa, recién usted parecía estar de acuerdo conmigo respecto a que el pocker es el más práctico y directo de todos los juegos. Usted misma concluyó que por no ser un juego de azar , está totalmente adaptado para un espíritu independiente, dotado de la suficiente capacidad de anticipar la máxima potencialidad de la baraja y esto con mucho sentido de observación, de coraje y de audacia.
Y también el agudo descaro de la mentira.
En el carioca no se puede mentir. Es a quién tenga mejor pacto con los naipes y.
No. Definitivamente me rehúso entrar en ese tipo de dinámica de intercambios. Eso de manipular montos de apuesta en efectivo a vista de todos, lo encuentro vulgar. Casi pornográfico. Me provoca alergia el simple roce con efectivo. Lo encuentro anti-higiénico e insalubre.(La señora posa calmadamente sobre la mesa una pistola de vaquero Winchester, de cañón largo) .Y por lo demás me acabo de acordar que concuerdo absolutamente con usted sobre las enormes virtudes de este moderno y cuan beneficioso proceso de intercambio que alienta a los principios de transparencia y por ende totalmente adaptado al tipo de convenio al cual queremos llegar. “Las cuentas claras, conservan la amistad” nos recuerda este dicho, tan popular, pero, oh cuán sabio. Y he aquí más que una negociación, un pacto de amistad fraterna entre nosotras.(La señora saca una segunda pistola igual la primera que posa calmádamente sobre la mesa). Pero ya que usted insiste tanto, vayamos al grano ¿No es cierto? Si me permite, señora barajar y hacer el primer.¿Cómo lo llaman?
¿El “dil”? No conozco ese juego.
Pero no faltaba más, mi querida baronesa. Sin embargo, permítame descargarla del fatigoso trámite de la repartija. Por ser el primero, este “deal” lo haré yo.
Con la única condición de que sea con mi mazo. (le tiende una caja antigua, de madera enlacada, donde se supone que están contenidas las cartas) .No me puede rehusar este favor. La cooperación es un deber, incluso en la competencia.
(hesita pero accede. Baraja cómo prestidigitadora profesional) (Están muy suaves y fáciles de manipular).
Son venecianas. Fueron pintadas a mano, cuando todo oriente moraba en la esplendorosa ciudad.
No debiera confiar en esa gente del extremo y menos del medio oriente. Sus principios son demasiados alejados a los nuestros. No entienden de lealtad cómo nosotros la entendemos. Por lo tanto espero, por su integridad moral y física que no estén marcadas.(Ríe. A su turno la baronesa la imita. Sigue María). Porque les aviso a todas aquí presente que en este juego, la trampa será letalmente sancionada. ¿Me han entendido?
(Por debajo a la señora)¿Qué significa “letalmente”
Señora, si me lo permite, creo que acaba de cometer un pequeño error, o “lapsus” lingüístico. ¿No habrá querido decir “ literalmente”, en vez de “letalmente”.
“letalmente” o “literalmente” que importa, habrá sanción.
(en voz baja) Liviana con el verbo, lerda en la acción. Estamos de
(Se levanta con la pistola en la mano)Me acaba de tratar de cerda.
Si, la he escuchado claramente. Soy liviana en el verbo ¿Y qué? El verbo es puro aire, no importa. Conjugar es para los “Nerds”. Lo que cuenta son las acciones y eso no le permitiré que me lo critique. Lo mío no es chiste. Es algo bien serio. Están desde ahora advertidas.
De ninguna forma era mi intensión ofenderla. Simplemente que.
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(La señora se sienta y disimuladamente empuja con el pié a Fifí. Este cae al suelo).
(Precipitándose sobre el peluche).¡Fifí!
Parece que a Fifí le vino un malestar(Mira a María).María, la vieja está desde ya fuera. El juego es casi nuestro. Apoya mis pases y si gano yo, ganas tú. Vamos “Fifty, Fifty” o mejor dicho “Forty .Sixty”. Bueno, después nos arreglamos.
No me había dado cuenta que el juego ya había comenzado. Si todavía ni ha repartido las cartas.
No te hagas la tonta ¿Quieres ese collar de oro que lleva la vieja, o no? Decide ahora ¿Estás conmigo o estás contra mí?
Yo jamás estaré contra usted, señora.
Así me gusta que tratemos, niñita.
(Después de haber sentado a Fifí, la baronesa se vuelve a sentar).
No creo que Fifí esté en condiciones para participar en el juego. Y todo eso por su culpa. Él no acostumbra tal nivel de agresividad. ¡Señora, su imprudencia le va a costar caro!
¡Absolutamente! No respeta ninguna ley fundamental de cortesía
(mirándose fijamente y golpeando sobre la mesa al mismo tiempo) -¡ Nooo! (Las dos miran a María que parece estar atemorizada y se largan a reír).
¡Señora, esto sí que me está comenzando a gustar!!
¿No cierto mi gran dama? Pero María, sírvenos de una vez por todas ese vaso de coñac y siéntate, que debemos comenzar a jugar. (María sirve una a una las copas de coñac)Como sabrán, las reglas del pocker son las siguientes: Primero, yo soy la banca.
Segundo, yo reparto. Tercero, en esta oportunidad, baronesa, le propongo que creemos un fondo mutuo de préstamo para que María pueda jugar con nosotras. ¿Le parece?
¡Cuarto! : la apuesta será de un monto no superior al que yo pueda hacer. Aunque me extrañaría que puedan superarme en los montos (Se ríe) Quinto: No están permitidas las mangas largas, ni abandonar la mesa para ir al baño, o servirse un trago, ¡sexto!:.
(La señora reparte las carta primero con un ritmo normal y después cada vez más suavemente hasta detenerse totalmente Se apaga el entorno y se concentra la luz en María).
Esto no puede estar sucediendo. Yo, con ellas, aquí en primera clase. ¡Bebiendo coñac! (Bebe coñac y se atora) ¡Y fumando! Quiero fumar cómo usted, baronesa (Se sienta sobre la mesa cruzando las piernas y se prende un cigarillo) ¡Oye negro, y así me reconoces? Soy yo, tu María, la “femme fatale” de París. (aspira una fumada y se atora, casi hasta la asfixia) No importa, no importa porque esto sólo es un comienzo ¿Y después que vendrá , y después qué? ¿Champán, mucho champán para mí sola y nadie más? ¿ Joyas, vestidos bonitos y caros? No, lo que quiero ante todo es, es. ¡Es una pieza propia, con una cama grande donde poder dormir hasta cuando me dé la gana. Sí, eso es lo que quiero señora (Se apoya en el hombro de la señora) ¿Me lo dará? ¿Si? ¿No? ¡No me importa! Porque aquí, fíjese que alguien quiere que la acompañe ¿No cierto mi baronesa? ( Se apoya en el hombro de la baronesa)¿Lo ve señora? Pero no se ponga triste. Si yo no la voy a abandonar. Usted siempre va a ser mi patrona preferida, mi mamá postiza, mi hada madrina. Usted me protegerá y me dirá que hacer y yo la serviré hasta que me alcance las fuerzas.
En el colegio, ni me van a creer. (Eleva una copa de coñac al aire) Véanme, aquí estoy yo, María la tonta del curso, beberé en honor de todas ustedes y a nuestra querida escuela, tan fea y sucia que ni las ratas la quieren. (Bebe) ¡Salud! Y muéranse de envidia, perras sarnosas. Porque hoy, soy la reina de la fiesta. ¡Esa soy yo! Después de este viaje ya nada será lo mismo. De ahora en adelante, hago parte del gran mundo ¡Si señores! Y tendrán que aprender a respetarme. En mi presencia, a comportarse como la gente. Mi padre se quedará callado, y yo con el negro nos vamos a casar. Yo me vestiré de blanco y él de traje brillante con corbata. Yo seré la reina y mi hijo, un príncipe. El príncipe azul de mi corazón.
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(María se vuelve a sentar. La señora y la baronesa retoman poco a poco su ritmo normal).
No, o sea sí. Quiero decir, no todo.
Bueno, irás viendo a medida que se desarrolla el juego. Para aprender a nadar, hay que tirarse en la piscina.
(Ordenando las cartas en sus manos) Como solían decir en mi familia: en una piscina templada, quizás. En un estanque infectado de tiburones, jamás.
Dispénsenos de sus dichos familiares añejos.
En este caso mi querida, es más que un simple dicho(imitando el tono de la señora) “Lo mío no es chiste. Es algo bien serio. Están desde ahora advertidas” (se ríe con malicia)
(Se levanta apuntándola con la pistola)No voy a permitir que se siga riendo de mi manera de hablar y que para peor, plagiando mis propias palabras. Ellas son soberanas, libres de expresarse, pertinentes al espíritu de independencia, al éxito de nuestros deseos. ¿Quién aquí puede afirmar estar al alcance de sus deseos? Pues yo lo estoy. Mis palabras poseen un derecho de autor. Me pertenecen y si usted la utiliza deberá pagar por ellas. (Suena el celular de la señora)Discúlpenme. Parece ser mi marido.
(Se gira dando la espalda)¿Aló, aló? ¿Eres tú?
María, la señora te va a aniquilar. Sé mi aliada y te prometo ayudarte. Te regalo los intereses del préstamo que te acabo de otorgar.
¿Aló? Respóndeme, no te escucho. Se cortó.
(Suena de nuevo el celular. La señora contesta).
Es más, te dejaré vivir en mi casa. La empleada que trabaja por mi, se ha convertido en una perezosa. Hay trabajos que ya no quiere realizar.
¿Aló? No te escucho Hay problema con la señal.
Por culpa de un tal sindicato, dicen. ¡Yo creo más bien que es por flojos! No
¿Aló? Te voy a cortar, no escucho nada.
Podrás tomar el lugar que hoy ocupa Fifí, sobre una verdadera silla y a mi derecha.
(Se interrumpe La señora se gira de frente).
¡Pero que horror! La señal no nos alcanza. Ahora sí que estamos totalmente aisladas.
No tiene nada que temer señora. Usted no está sola. Nosotras también sufrimos el mismo destino que el suyo.
Ustedes, justamente es eso lo que más temo.
(mirando a la baronesa). De eso no estoy tan segura
BARONESA y SEÑORA- (miran al mismo tiempo a MARÍA)- ¡Tú, déjanos en paz con tu
Creo que definitivamente estamos conectadas.
Sí, de todas formas. Según mi gurú es un fenómeno científico llamado sincronismo.
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(Muy concentrada en el juego de cartas)¿Qué debemos hacer ahora?
Tenemos que poner cada una, una apuesta.
(poniendo una apuesta distraídamente). Conocí a mi gurú después de un exhaustivo, y sobre todo ruinoso psicoanálisis que duró más de 15 años.
Me lo dice a mí que fui prácticamente una de las primeras pacientes de Sigmund Freud.
No le puedo creer ¿Y era tan caro como los siquiatras actuales?
Oh, no. En esos tiempos de pioneros del inconsciente, él nos habría pagado por tratarnos. Antes de él, yo era una adicta al opio. Gracias a él conocí la llamada “maldición del Inca”, la moderna “dama blanca”.
El doctor Sigmund le tenía una gran fe, además de ser un aficionado bastante asiduo. Tengo entendido que los siquiatras actuales le tienen la misma fe ciega a otras substancias.
Yo las he experimentado a casi todas: Por supuesto, la fluoxitina, también el citralopan , la paroxitina, la mirtasatina, la clomitamina, la imitramina, la mirtasatina, la moclobenida, la amitriptilina.
“¿ Muere o atina?” No, me parece que. (se ríe) ¡Ah si, entendí
Que lógica tan extraña, la de nuestra embrionaria medicina del alma. Durante todos estos años, varios de mis siquiatras se me han muertos de viejos ¿Y que he descubierto? Que deseé a mi padre, que quise matar a mi madre, y que vivo de culpas, culpas y más culpas.
¡ Otra coincidencia entre nosotras, yo he descubierto lo mismo hace años.
Aprendí inútiles banalidades cómo por ejemplo que Eros está
No que el amor está ligado a la muerte. O sea que cuando usted ama, en el fondo desea morir, matar. o comer. El amor sería antropófago, o caníbal si prefiere.
Yo prefiero matar antes de comer y engordar. Amar y comer, que desatino ¿A quién se le ocurriría semejante estupidez?
¡Platón! Seguro que después se le ocurrió abrir una clínica para adelgazar. Se debe haber ganado una fortuna.
¡Maldito amor platónico! ¡Si! ¡Tantos siglos de inútil idealismo! ¿Tanto tiempo de oscuridad y de preguntas. ¿Y todo para qué?
No, para que finalmente el oscuro doctorsillo Freud, me condenara a tenderme durante todo el maldito siglo XX en un diván gastado, y se descubra, tras cientos de miles, análisis de mis divagaciones orales, que sufro de excesos de indiferencialidad y que escapé del tabú del incesto por la multiplicidad de conquistas. Ojo, que según ellos existen otras escapatorias para liberarse del incesto cómo la homosexualidad o la no-sexualidad. ¡O sea que nadie se salva! Que mi mirada está ligada a la confusión narcísica, al sufrimiento, a la obsesión, a la imaginación, al descubrimiento de mi misma, a la divinidad, al voyeurismo, al poder, a la indecencia, a la culpabilidad, a la pasión, al castigo, la rabia, el peligro, al secreto, a la perversidad, a la inocencia .
Así somos algunos de nosotros, extremadamente intensos, complejos, apasionados, fascinantes y repugnantes a la vez.
En tantos años de psicoanálisis, jamás he llegado a tales niveles de sofisticación.
No se preocupe es cuestión de tiempo. Pasado un siglo en sus
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manos, llegará a odiarse con perseverante egoísmo y rebuscada elegancia.
De pronto mi gurú parece de bien magra prestancia frente a la legión de siquiatras y psicoanalistas que la han tratado. Quisiera cómo usted sofisticarme, tener el “insight” de mi importante complejidad.
Mi complejidad no es mérito de mis psicoanalistas, si no mía. Es mi talento, mi calidad secreta. El tema perfecto para una obra maestra.
(Durante todo este diálogo han seguido jugando)
No te puedo creer.(Le toma los naipes. Los mira).Es verdad que los tienes ¡Que suerte la tuya!
(Se apronta a recoger toda la apuesta. La señora le detiene el brazo).
¡Exacto, a ti lo que te corresponde!. Acuérdate que hace un tiempo te presté dinero.
¡No! Antes, para comprarte ropa en mi “boutique”.
(Recoge la apuesta) Esta parte del juego es la que más me gusta: cuando se recoge un merecido botín de guerra.(Fluctúa la intensidad de luz).¿Qué está sucediendo?
Parece que hay problemas con la energía eléctrica
Estos desgraciados nos quieren asustar ¡Eso es lo que pasa! No les permitiré que nos asusten! ¡No les tenemos miedo! ¿Me oyeron?
¿Puede ser que hayan problemas con el barco?
BARONESA- ¿Quizá que se les está acabando el combustible?.
Imposible. Este barco acaba de zarpar hace algunas horas, no más. No puede haber escasez de combustible.
Creo que tiene razón, señora. Estos no pueden ser problemas por falta de combustible. Si no, una acción intencionalmente provocada.
Sigamos jugando como si nada grave sucediera. Por lo demás, nada grave está sucediendo, sólo un pequeño apagón de luz.
Yo siento que nos están mirando desde todos lados. Lo siento aquí(se toca la nuca) Y acá en mi costado.(mira hacia el público) Si es sobre todo desde allá. (y se para de nuevo para comenzar a fijar a la gente del público.)
No seas tan supersticiosa. Los fantasmas no existen.
Si es que ellos no son fantasmas. Ellos son las sombras que nos miran, sentadas en la oscuridad ¿No los sienten ustedes, cómo nos fijan desde allá? (Apunta hacia el público)
María, vamos a retomar el juego. Bueno yo reparto de nuevo.
Venga a sentarse, jovencita. No se aleje de esta mesa que sin usted no podemos seguir jugando.
(Cierra los ojos). Todas sus preguntas son una sola ¿Si usted no sabe, cómo lo voy a saber yo?
María, para de hacer el ridículo. No le estás hablando a nadie.
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Es que ellos tampoco saben. Las sombras que nos miran están preocupadas.
Esta niñita sufre de esquizofrenia ¿ O qué? Si es el caso, ya no me interesa, señora.
María ven a sentarte ahora mismo. Te lo ordeno.
¡Miren, allá! (Apunta hacia el fondo del público)¡Allá parada en el fondo, hay una mujer que quiere decirme algo! Está abriendo la boca para hablar (Mira a la señora)¡Señora, esa mujer me quiere decir algo! (Vuelve a mirar hacia el fondo)¡No la puedo escuchar, no la puedo escuchar! ¡Hable más fuerte!
(La señora se para y la vuelve a sentar sobre su cajón).
¡Basta María! (la abofetea) basta de hacerte la loca. ¡Allá no hay absolutamente nadie!
Ni una palabra más te digo. Has hecho bastante el ridículo(se vuelve a sentar para repartir las cartas) Vamos a seguir jugando te he dicho. La baronesa está perdiendo la paciencia contigo. Y yo toda mi credibilidad, por tu culpa.
(Enojada)Ya no puedo jugar más. Es que ya se me acabó todo el dinero.
No digas tonterías, María. No puedes seguir sin préstamos
Como que no, señora. Mire lo joven y bonita que es. Si estás para un concurso de belleza, María.
Por supuesto. Yo en tu lugar me pondría yo misma en juego.(Mira a la señora) Apuéstate a ti misma.
(Mirando a la baronesa) Por supuesto, María, apuéstate a ti misma (mirando a María)¿Cómo no haberlo pensado antes?
En estas condiciones, ¿Por que no? La ley del pocker lo permite. Y si no te quieres apostar, apuesta primero a tu hijo.
Si pierdes, lo entregarás cuando nazca.
Y para seguir jugando, quiero que de todas maneras que te apuestes a ti misma.
Y por último, si te pierdes a ti misma, apostarás algo que sepas hacer.
¡Que tierna! (Ríe)¡ Pues me cantaras y me bailaras!
Y sobre esta mesa o cómo lo disponga la baronesa.
(Parece reflexionar) No, no creo que pierda ¿No cierto señora?
Bueno algunas veces, perderás y otras ganarás. Tendrías que haber perdido absolutamente todos los juegos para terminar bailando y cantando sobre la mesa. Y eso es estadísticamente imposible. Por lo demás pareciera que la buena fortuna te está favoreciendo. Obtener cuatro ases desde el primer “deal” es absolutamente de
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No lo pienses tanto, María. Esta es tu gran oportunidad de pagar tus deudas. Quizás te sobre, incluso.
Tienen toda la razón. Tengo que aprovechar. ¿Cuándo más voy a poder arreglar mis cuentas y todos mis problemas tan rápido?
¡Así me gusta! Eso es lo que se llama destacarse del gentío común y corriente. Arriesgarse, jugar y ganar.
Risas de las tres ebrias. María está cantando y bailando sobre la mesa. Bajo su conducción, las otras dos le responden en coro.
SEÑORA y BARONESA – “Pío,pío.pío”
(La señora y María bailan con Fifí. De pronto a María se le escapa Fifí de las manos. Éste cae de golpe en el piso. Las tres quedan en silencio).
¿Fifí? ¿Fifí?. ¡Fifí! ¡Respóndeme! Por favor, te lo suplico. (Pausa)
¡Fifí ha muerto! (Triunfalmente) ¡Dios bendiga a Fifí!(Ríe)¡Que Dios nos bendiga a todas! ¡Celebremos su entierro! A celebrar, a celebrar.
(La baronesa entona una canción tipo “Alabama Song” de Kurt Weil).
“Oh, vamos hasta el siguiente whisky –Bar”
“Donde encontrar cerca un whisky- bar, For it, We don’t find the next whisky-bar.”
“Te digo , I tell you , te digo we must die”.
“Dos lunas veo estampadas, we now must say good-bey
Perdí hasta el habla, cuando Fifí murió”
“La luna se ha vuelto mala, quiero whisky hallar
,And must have wisky, Don´t you know why?”
Baronesa , despierte. ¡Baronesa! ¡Démosle un vaso de agua!
Que beba de mi copa de vino, mejor. En ese estado, si toma agua arriesga un envenenamiento fulgurante (le da de beber de su copa).Aquí tiene mi glamorosa dama
Vino, vino, vino, ¿Y si no para qué vino? ¿Me lo pueden decir? (Ríe) Chiste gastado, como yo. Soy una momia, agotada de resucitar una y otra vez. Exhausta de su inútil antigüedad. Una pieza de museo lleno de musgo. Eso es lo que soy, un patético objeto del recuerdo carcomido por hongos. (Bebe un sorbo más en la
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copa). Alcohol, cumple con tu papel purificador y desinféctame por dentro de los gérmenes de tristeza(bebe) ¡Basta!¡Ya estoy harta del vino, me deprime con su vapor bíblico! ¡Mi reino por un whisky! ¡Mi alma entera por la juventud eterna! ¡Cien Fifí por un solo hijo tuyo, María! (Le toca el vientre a María y llora).
Si es que mi niño ya es suyo ¿Se acuerda? Fue durante el segundo ”deal”. Lo había apostado y perdí al niño. Después en el tercero, me ganó a mí. ¡Así que ya no estará nunca más sola!
Mientras tanto, hagamos una procesión y un velorio para enterrar a Fifí cristianamente, como se debe.
Si, hagamos una fiesta. Tiene toda la razón. No tengo de que quejarme tanto. Se me está cayendo el ánimo y todo esto se puede poner muy, pero muy aburrido. ¡Arriba los corazones!
Así me gusta verla, baronesa. Retomar fe con voluntad. ¡Hagamos una procesión en honor a Fifí! Podríamos primero componer un himno en recuerdo a su vida ejemplar y después grabarlo con coros negros. Lo llamaríamos “Requiem for my best friend“ o “Recordando a mi amigo” en exclusividad para el mercado latino. Les aseguro que con una buena campaña de marketing llegaría en los diez más vendidos en el mundo. Cubriríamos los gastos del entierro. Podríamos conseguir los derechos de transmisión por la televisión y también.
¡Basta, por favor! Se lo suplico, no siga! Esta vez sí que me estoy deprimiendo de verdad ¡No, no, no, oigan bien! Se me acaba de ocurrir algo más entretenido ¿Qué les parece si ahora le subimos el tono al juego? Juguemos con una verdadera apuesta. Que nos trastorne verdaderamente las entrañas.
Pero si es que esto está divertido. Y además, a mí se me acabaron las apuestas. Lo único que me queda por jugar es al entierro. ¡Oiga señora! Yo tengo rebuena voz ¿Me deja cantar en el disco que va hacer para los latinos?
Por supuesto María. Pero en el coro. Si perseveras, podrás progresar y si realmente eres especial, tus sueños se harán realidad. Un día podrás ser una verdadera estrella. Pero por el momento trabaja y mucho. Te aconsejo comenzar por tu aspecto.
Tengo una prima que también tiene relinda voz. ¿Se la presento?
María, veo en tu brillante mirada que tú sí quieres experimentar el verdadero gran salto.
El poder y la fama son los dos únicos grandes saltos que yo conozca en esta vida. A menos que se este refiriendo a.
Exactamente, mi querida. Me estoy refiriendo a esto. (Le muestra la pistola de vaquero a ambas. La señora y María retroceden). Terminemos esta gran misa con la consagración de la elegida, apuntada en la sien por el mismísimo dedo de Dios.
Una bala en la cabeza al azar.(pausa) Usted está loca pero eso me gusta.
A mí no me gusta para nada toda esta historia de bala en la cabeza, por que si. Además que es pecado.(Piensa) Yo paso, sin mí.
Si es que no es como usted dice. Es que, es que.
(la imita) Es que, es que. (con voz propia) Es que eres una cobarde
¡Mentira! No soy cobarde. Es que no quiero seguir jugando con esa cuestión.
Jovencita, si insiste en no querer seguir participando, lo consideraré como un desaire personal y eso me apenará de sobremanera.
¿Qué tiene que ver su sobre de madera con lo que yo quiero o no?
¡No te atrevas a levantarme la voz, insolente!
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(La señora levanta la mano para pegarle. María la detiene en seco y le dobla lentamente elpuño hasta dejarla en el suelo).
(María fija con la mirada a la señora. Después mira a la baronesa, con mucha calma y después cada vez mas apresuradamente recoge sus cosas para irse)
Discúlpenme el atrevimiento. Es que no me siento muy bien. Me tengo que ir.
¿El alcohol te ha trastornado la razón? Si no tienes cabeza, no te atrevas a medirte con nosotras.
¡Le he dicho que lo sentía mucho! Tiene toda la razón, no tengo nada que hacer acá. Me voy.
No te puedes ir cuando a ti se te antoje. Después de todo lo que hecho por ti y de todo lo que te he apoyado, cuando eras sólo una pobre, miserable huérfana, analfabeta. (la apunta con la pistola) Malagradecida, me debes todo, incluso este juego
(María detiene su partida y vuelve hacia la señora). MARÍA-
Sí es verdad que le debo mucho ¿Pero porque siento tanta culpa? ¿Mi mamá me abandonó porque yo era mala? ¿No cierto? ¿Soy mala, señora? ¿Es eso lo que me pasa?
¡Sí! ¡ Y te estás poniendo igual a ella!
(Se abalanza sobre la señora) ¡Nooo! No quiero!
No te muevas ni un pelo. O te mato aquí mismo.
(Pausa)¿Tal como mataste a mi mamá?(Silencio) ¿Tú la mataste? ¿No cierto?
¿Cómo?, María …¿De qué estás hablando? Anda a reposar un poco. No estás acostumbrada a beber tanto.
¡No me haga callar! Tengo que decirlo todo. O se lo juro que me voy a la mierda.
(Mirando a la Baronesa) Quiero que me devuelva a mi hijo.
Señora haga algo. Esta velada se está poniendo patética.
¡Si, haga algo! Señora Máteme aquí mismo, por favor. Hágalo como siempre usted lo ha hecho. Mate llenándose la boca con puras mentiras. Y después vaya contarle sus cuentos de hadas a quien le quiera creer. Yo le creí todo su cuento sobre mi mamá. Fue fácil. (Pausa) Fue lo mejor(Se toca la cabeza) para acá adentro(Se agarra la cabeza con las manos). ¡Esa mujer desde la sombra me quiere decir algo y yo no la puedo escuchar.
Por favor, María controla tus impulsos.
No, no es cierto yo nunca le he creído. Pero preferí tragarme sus historias de fantasía. Ya sé lo que pasó.
(Siempre apuntándole con la pistola) Pasó lo que tenía que pasar. Ella tenía deseos de grandeza. Quería ser reina, la muy “rota”. Mezclarse con nosotros y jugar a las cartas.
…Y ahora que la veo, ni puedo escucharla porque preferí hacerme la loca…
Claro que ella deseaba administrar sus asuntos por su cuenta. “Quisiera regir mi destino, exijo poder de autodeterminación” le gustaba decir. Ni sé si sabía escribir esa palabra correctamente.
…Perdóname, si te he borrado, perdóname si te he olvidado…
Mi marido es de los mejores, él no trata con incapaces, dones “nadie”. Él perdió mucho tiempo y dinero con tu madre.
Me quedé muda y obedecí en todo. ¡No tengo perdón de Dios! (llora)
No tienes idea de aquella época. Esa época era tan confusa. Reinaba el caos, el desacuerdo, el desorden. Y yo temía por nuestra seguridad. ¿Había tantos peligros en aquel tiempo? La gente estaba exaltada. En todas partes nos envidiaban nuestra libertad y prosperidad. Fue un sacrificio necesario. Había que elegir: O ella o nosotras.
¿Y entonces porque sigue ella ahí, mirándonos desde la oscuridad?
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¡Por desubicada! Ella siempre lo fue. Era una desclasada, una arribista y mira cómo terminó. Donde termina toda la gente que obstruye el paso del progreso: olvidados en un vertedero, en el fondo del mar o en una fosa común clandestina.
¿Es ahí, bajo un montón de mugre donde está ahogado mi dolor?¿ Y mientras tanto, donde pongo yo a mi historia? ¿Sobre que crezco yo? Crezco sobre el abandono, sobre piedras secas de un terreno eriazo cómo los de mi barrio, sin amor, sin amor de nadie, pura angustia y soledad (Cae de rodillas).
A ver, a ver mi Marita. No nos pongamos tan melodramáticas. Con tanto sollozo, puchero y visiones extrasensoriales, no se le entiende absolutamente nada. La verdad no precisa rasgarse las vestiduras y poner los ojos en blanco. Párese, séquese esas lágrimas y tratemos de conversar, manteniendo la compostura y claridad.
¿Acaso te molesto yo en algo, que me tratas de ridiculizar, vieja zorra? Sí, es a ti a quién le estoy hablando ¿Quieres saber cómo es que duele durante toda una perra vida cómo la mía? ¿ Quieres sentir el dolor del “melodrama” (la imita) ¡Toma, mira! (patea en el suelo reiteradamente a FiFí con todas sus fuerza).
“Mi hijo!” ¡Mírate, vieja ridícula! Chillas cómo en las teleseries.(se recompone e imita a una empleada domestica) “Madame”, desea servirse un sorbo más de melodrama? ¡Toma y toma peluche de mierda! ( Vuelve a patear a Fifí y la lanza de la cola por la borda. Se ríe).
¡Mi Fifí! ¿Por qué tanto odio?! ¡Socorro! (se pega a la baranda mirando hacia el mar)
¡Bienvenida, “madame” a “la galucha” de los que siempre pierden!
¡Basta, María! Eso si que fue cruel e innecesario. Te has sobrepasado. Serás castigada.
¿Acaso la muerte de mi madre acaso no fue cruel e innecesaria?
No podemos comparar. Tu madre no era un ser inocente cómo Fifí.
(Se abalanza sobre la señora) ¡Desgraciada!
(La apunta denuevo con la pistola. María se detiene en seco) Entiende de una vez por toda que mis intenciones siempre han sido de protegerte. Tu madre era peligrosa por que ignoraba las consecuencias de sus actos.
¿Dónde está? ¿Dónde te la llevaste, asesina desgraciada?
Te prometo ayudarte a encontrar el cuerpo de tu pobre madre.(ríe y se relaja) ¡Viva que eres!. Mira a lo que me empujas. Casi me convences y me haces sentir culpable. Haremos justicia. Te lo prometo, sobre mi honor. Para comenzar, mañana mismo cancelaré todas mis citas para dedicarme enteramente a investigar su paradero. Y después le haremos un mausoleo con una llama eterna y flores. Justamente tengo un primo que trabaja en inmobiliarias que podría hacernos unos precios bastantes convenientes.
¿Mamá? ¡Estoy acá! (se acurruca) Ssssshhhht, silencio. , juguemos al escondite. Cuente hasta cien, sin que la vean. Tápese los oídos. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, cinco, tres, dos, cuatro. ¡Mamá! Solo sé contar hasta cinco. No importa, no se preocupe, ellos no me van a encontrar aquí abajo. ¿Mamá? ¿Dónde está? (se levanta) ¡Entraron los perros! Rompieron la puerta, ladran y tragan con el viento en los rincones ¡No! ¡No! No, se lleven a mi mamá! ¡No le hagan nada a mi mamá! Suéltenle el pelo. ¿Qué le están haciendo? ¿Qué le están haciendo? Una bolsa de basura negra le tapa la cara ¡Se ahoga, mi mamá se ahoga!. ¿Eso es mi mamá para ti, una basura? ¡ ¿Una basura, una basura, somos solo basura?! (Se tapa la cara con las manos) ¡Noooooo!
(Abalanzándose sobre María) ¡Estás alucinando! Despierta.(Le destapa la mirada a la fuerza)¡Mírame!
(Le fija el rostro atentamente) Esa noche, tú te la llevaste.
Es esa misma puta mirada que veo hoy frente a mí, es lo único que me queda. Tanto que te temí y tanto que te llegué a admirar. No
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te soltaré nunca más (la señora desvía la mirada) Mírame a los ojos, te digo.
(La Baronesa suspira y se seca una lágrima con un pañuelo) María, María, por favor ven a mis brazos. Yo no sabía nada de todo esto ¿Cómo explicarlo? Siento que. Creo que gracias a ti, María puedo por fin decir, sin pudor que siento algo genuino desde acá (se apunta el corazón). Y todo eso gracias a ti. Es como el rayo de luz de la verdad me hubiese atravesado el alma y abierto los ojos al sufrimiento humano. No quería saber, no me atrevía sentir pero ahora si que entiendo cuán terrorífico, chocante y desgarrador ha sido tu vida. Pareciera que el enfrentamiento cotidiano con la muerte, el dolor, la sobrevivencia no han podido empañar tu sentido del humor, tu juventud, tu colorida gracia. Tu vida tiene más sentido que la mía. La pobreza, la sencillez y la humildad son garantías de pureza. Gracias a ti he encontrado la inspiración y la fuerza para escribir el libro profundo y sensible que siempre he soñado. Desde ahora, haré voto de menos riqueza. Iré a compartir mis tiempos libres y mis vacaciones en tu barrio y traeré de regalo, sólo para ti, la mejor ropa usada. Serás mi pobre preferida. Te amadrinaré, te pagaré clases de costura y cocina. Juntas saldremos adelante: tú de tus aprietos económicos, yo de mi vacío existencial.
(solloza) Si María, quisiera yo también darte las gracias. Me has enfrentado a un doloroso y traumático pasado. Tal cómo me lo ha aconsejado mi psiquiatra. Por nuestro bienestar, más lejos no podemos ir. Tú, volverás a vivir conmigo y yo seguiré luchando por nuestra libertad. No me importa que estemos arruinados. Volveremos a renacer de nuestras cenizas. Todo volverá a su perfecto orden y armonía. Mira María, voy a soltar mi arma. Incluso te la cedo para que este gesto de paz testifique de mi buena fe.(La señora le tiende el arma a María. Ésta la toma) Entonces, ¿Amigas? ( Tendiéndole los brazos).
Tu siquiatra debiera haberte avisado que los dolores no se sanan con abrazos como los de la tele. ¿Quieres que te perdone por obra de magia, sin que des la cara? Yo reclamo justicia y tú me pasas tu pistola ¿Qué pretendes? ¿Qué te mate? ¿Quieres morir acaso? ¿Para ti la justicia sería peor que la muerte? (le apunta la frente presta a disparar) ¿Es una trampa! Aquí loca asesina eres tú, no yo! (baja el arma) ¡Mírame, cobarde!¿ Pensabas que con una pistola en las mano, me vengaría y te mataría? Tu muerte no me basta ¿Y qué saco yo con dispararte si a mi no se me termina la pena que tengo? No se me sale del corazón ¿Y como sigo yo
viviendo así? ¿Que diría tu siquiatra de esto? ¡No se la podría con la embarradita que me has dejado! La poca dignidad que me queda se me está gastando. Día a día, la miseria me come el último rincón de sol que me queda por dentro. ¡Mírame, te digo! ¿Te has dado cuenta? Me has enfermado el alma entera.
¿Quieres que todo se derrumbe? Obtendrás de mí sólo lo que me es posible de darte. Castigaremos a alguien si lo deseas. A tu padre, por ejemplo. Él fue cómplice ¿No cierto Baronesa? Él fue quien ejecutó lo que habíamos planeado ¿Se acuerda?
Yo no tengo absolutamente nada que ver con eso. Es un problema que tienen que resolver solamente entre ambas.
¿Qué no sabías lo de mi madre? ¿Y este diente de oro que llevas colgando de trofeo en el cuello? ¡Crees que no lo reconocí? Es de mi madre y ni has tenido la decencia de fundirlo para hacerte una cruz ¿También sentiste algo “genuino desde acá” (le apunta el pecho dándole un pequeño empujoncito) cuando se lo arrancaste de la boca? ¡No, simplemente llegaste y le robaste su sonrisa para ponértela de joya! Devuélvemelo, ladrona. Este mísero diente de oro es lo único que me queda de mi historia.
¿Ah, si? Por fin me está gustando este viaje
No eres nadie, ni vales nada. Tu voz, tu presencia, toda tu existencia es menos que el humo que inhalo de mis cigarrillos. No lo permitiré, no lo permitiré.
Nos estamos hundiendo. Señora haga callar a esta loca.
¡No me callaré nunca más!¡ Miren cómo soy alegre, de sangre
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caliente. Les canto y bailo cuanto quieran! (les mueve el traste) Vean como yo siempre bailo con calor mi pena negra! ¡ Vean cómo mi llanto desesperado, será siempre con “sabor”! ¿Una sambita más? ¿Un chachacha? ¿Una salsita? ¿Un último tango? ¿O cualquier otra cosa para que me vean menear el culo con mi “colorida gracia” ? (Obliga a la baronesa a bailar con ella)¡ Aquí viene la gran puta del Sur! La que se fue con todas abajo hasta el fondo del infierno.
Se escucha grandes estruendos de madera y acero que se quiebran. El silencio y el vientocon el mar. Se ven las tres mujeres en el medio del mar, arrimadas a una tabla quebrada).
¡Socorro! (tose, ahogándose) No sé nadar (se arrima a la tabla)
Debieras haber pensado en eso antes (con la mano hunde la cabeza de María) ¡Imbécil!
¡Señora! ¡ ¡Pare! No ve que si ahoga a María, nos hundimos las tres. Déjela arrimarse, nos sirve de contrapeso.
Tiene toda la razón (a María) ¡Te salvaste por misericordia de la Baronesa! Agárrate bien de ese lado pero no te me acerques. Cada una con lo suyo.
No sé, pero mientras tanto debemos avanzar hasta la costa y necesitamos que alguien patalee.
Y yo tampoco puedo. Tengo que dirigir nuestra salvación. (Las dos mujeres miran hacia María que sigue tosiendo)
¿Y hacia donde mierda quieren que patalee?
Hacia delante, pues María ¿No es así, Señora?
Si, por supuesto, hacia delante tenemos que ir.
Tercer Acto: Desde el 18 de Enero hasta el 25 de Enero 2002
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